lunes, 27 de septiembre de 2010

Los poderes de Sofía



"Hay estaba ella tan frágil e indefensa en su cama, aun dormida. Todavía no salía de mi asombro al ver como una persona podía ser tan hermosa, que ni siquiera el más bello jardín en primavera podría compararse con su belleza. No era la primera noche que me quedaba observándola por horas, sin que ella pudiera notar mi presencia, esa era una de las pocas razones por las que podría parecerme favorecedor el que no pudiera verme ni escucharme. Pero aun no entendía porque seguía a su lado. Desde el primer momento en que la vi, su extraña energía me arrastró, como si fuera algo magnético, como dos imanes de cargas muy fuertes. La energía de Sofía era como el calor y la luz que irradia el sol, era más fuerte que cualquier fuerza que yo jamás habría sentido en este estado de transición en el que estoy, solo recordaba que me llamaba Jean Pierre".
Mi nombre es Sofía, soy una persona que ve el mundo de forma racional, pienso que todo tiene un porqué; me gusta ayudar a quien me necesita, y pasar mis días de formas distintas para no caer en la monotonía, pero, con tanto que estudiar es difícil no caer en ella. Ya era la segunda semana de clases en la universidad y los profesores comenzaban su labor con firmeza. Parecía ser un día como cualquier otro, hasta el momento en el que llego él, mi nuevo compañero de clases, Iván. Con su presencia fijó mi atención en él y en sus grandes ojos color café, que no dejaban de mirarme como si me conociera.
Era lunes por la tarde y me dirigía a mi clase de literatura, cuando en medio del camino que conduce al edificio donde estaba el salón lo encontré mirando fijamente una hoja de papel. Me detuve en cuanto lo vi sin que él lo notara y me quedé pensando en lo extraño que me parecía. Iván no era de la ciudad, pero eso no era lo que lo hacía diferente, era esa nube de misterio que lo envolvía lo que capturaba mi pensamiento.
Hola- me dijo él, y sin que yo lo saludara preguntó inmediatamente -¿sabes dónde queda este salón? es que todavía no conozco bien las instalaciones de la universidad-. Al fin abrí la boca que se había paralizado mientras él me hablaba. -Hola Iván, sí, yo también voy para ese salón-. Llegamos a la clase y luego de las tres horas que duró la cátedra, salí caminando lejos de mis compañeros, tratando de llegar pronto a casa para adelantar mis trabajos, pero Iván se adelantó a mis planes, se acercó a mí y me pregunto: - ¿llevas prisa?, me gustaría hablar contigo a ver si me coloco al día con las clases a las que falte la semana pasada-. La verdad no tenía muchas ganas de estudiar así que me quede hablando con él.
Iván me acompañó hasta mi casa. Estando allá nos quedamos platicando mucho tiempo, me contó sobre algunos de sus viajes y las experiencias que vivió en ellos. A medida que hablábamos, pude ver que Iván era un muchacho que aunque joven, tenía actitudes de una persona adulta con muchas vivencias cargadas en sus hombros, pero al mismo tiempo tenía la mirada tierna como la de un niño, además era muy cortés, caballeroso e inteligente. Llegó un punto en la conversación en la que el tema era un poco diferente a los que yo acostumbraba a conversar, el se dirigía con mucha firmeza y seguridad mientras me decía algunas cualidades que según mi hora, fecha y lugar de nacimiento me fueron otorgadas por lo que él llamaba el cosmos, el universo. Yo no entendía en donde estaban esas facultades que él me contaba. La verdad, no entendía como terminé hablando con un aparecido de mi vida.
El tomó mi mano y me preguntó que si podía ver, y averiguar un poco sobre mí, y aunque era algo extraño su comportamiento, no sentía miedo, más que eso era curiosidad, expectativa ante este ser extraño que estaba frente a mí. El interrumpió mis pensamientos y me repitió la pregunta: ¿puedo? ¿Cómo lo piensas hacer? – le pregunté. El levantó mi cara y miró fijamente a mis ojos; su mirada era distinta, difícil de describir. No sé cuánto tiempo duró, pero cuando él nuevamente me habló fue para confundirme aun más. Me habló sobre las cosas más inesperadas, sobre algunos sucesos que habían marcado mi vida, pero, ¿cómo podía el saberlo todo, hasta cómo me sentía y lo que seguía pensando de aquel pasado? Eran cosas que para cualquiera que no estuviera en mis zapatos, sería difíciles de entender.
Cuando pude salir de la neblina del recuerdo, solo quería explicaciones. Él, al ver mi cara de nerviosismo, me abrazó con mucha ternura y me dijo no te preocupes todo estará bien. Luego en cuanto volvió la calma a mí, él intentó explicarme quien era en realidad. Me di cuenta que no era una mala persona, solo quería ayudarme. Lo que él hacía se llama radestecia o, como él muy coloquialmente lo llamaba, manitos. Esto lo pudo aprender con ayuda de su tío, quien fue su guía en todo el proceso. Rafael era una persona muy poderosa, era mucho más exacto que Iván buscando objetos y sanando.
Ésta era una práctica que necesitaba de mucha concentración, sobre todo del estar bien con uno mismo, conocerse a fondo y practicar demasiado. Algunas personas tienen más facultades que otras para desarrollarla. Su fin principal es ayudar a sanar al ser, no solo la parte física también la parte espiritual.
Iván vivía muy lejos y tuvo que marcharse dejándome con la cabeza llena de dudas, confundida y con mucha curiosidad por el tema.
Pasaban los días y la amistad se fue fortaleciendo. A medida que aprendía más de ese mundo desconocido, entendía muchas de las cosas que pasaban a mí alrededor, detallaba cada mínima cosa que sucediera. Pero había algo que no salía de mis pensamientos, ese sueño, un sueño que desde hace meses se repite cada semana cada noche, la voz que me hablaba en mi sueño era tan familiar para mis oídos. No entendía porque solo me hablaba como si quisiera contarme algo.
Desde que Iván llegó a mi vida todo cambió: pasaba mis ratos libres después de clases y en cuanto me era posible practicando con él radestecia. Había avanzado mucho, ya podía sentir mi energía. Poco a poco logré sentir la suya y ver su aura, pero cuando todo parecía estar bien, fueron llegando los problemas. Con cada avance que lograba, mi cuerpo se debilitaba. El universo otorga las facultades, pero con cada una viene una responsabilidad. Yo no estaba utilizando mi nueva habilidad para ayudar a otros y eso se veía reflejado en mi salud.
Debía saber que era lo que tenía que hacer, yo sola tenía que averiguar. No quería perder mis facultades, estaba muy feliz de que todo esto estuviera pasando, me daba coraje que mi felicidad se interrumpiera.
Un día se me ocurrió llamar a Rafael, el tío de Iván, para saber qué era lo que podía hacer. Él me dijo palabras que más tarde entendería: - debes mirar sin limitar tu mente a lo que crees real, solo de esa forma podrás ver la realidad -.
Otra vez ese sueño, pero esta vez era diferente. Era la misma voz pero estaba angustiada, pedía mi ayuda, pero cuando quise despertar, mi sueño era mi realidad. La voz provenía de una luz opaca que se posaba en frente de mí. La voz me dijo con todo de alivio -menos mal que esta vez si me escuchaste-, - yo te escucho en mis sueños desde hace mucho tiempo- le dije, pero esta vez note que sonabas preocupado. Dime, ¿quién eres y porque acudes a mi?
Yo no sé con seguridad quien soy, solo te puedo decir que me llamo Jean Pierre y que vengo huyendo de alguien que me ha hecho mucho daño y ahora quiere herirte a ti. En estos días que has aumentado tu energía, él ha robado gran parte de ella para aumentar su poder, él no es un ser bueno, él está lleno de rencor, avaricia, solo quiere más y más poder.
¿Pero porque me busca a mí? – el sabe que eres indispensable para mí y por eso quiere destruirte, para que tu no puedas ayudarme a destruirlo. ¿Pero quien es él? – el es Raidol un practicante muy antiguo de las energías oscuras, estás fuerzas son para destruir no para ayudar, y quien posea más energía podrá controlarlo todo.
Y tú que tienes que ver con ese tal Raidol? – Yo era parte de un grupo que manejaba las fuerzas del interior en beneficio de la gente de mi pueblo, todos en el pueblo fuimos afectados por la maldad de Raidol quien absorbió nuestra energía al igual que lo hace contigo ahora. ¿Pero entonces tu quien o que eres? – yo soy un ser en un estado transitorio que no ha podido encontrar el camino para donde voy, estoy atado a tu mundo y a ti, gracias al destino pude encontrarte y darme cuenta el porqué te necesito.
¿Y cómo pretendes tu que yo te ayude a destruir a alguien tan fuerte? - yo solo soy una principiante apenas este año fue que supe de la existencia de todo este mundo. Si yo se que apenas estas comenzando, pero mira todo lo que has mejorado, - eso no es suficiente-, si lo sé, pero yo se que tu energía aumentara lo suficiente para que yo pueda tener una forma física y así pueda destruir a Raidol.
¿Pero que sabes de Iván y de su tío? – ellos son parte del grupo del que yo vengo, también quieren destruir a Raidol, ellos conservan su forma porque Raidol no les logro quitar toda su energía. Pero pronto todo lo que conoces se acabara, eres una mujer valiente a tu corta edad de 18 años te enfrentas contra el mundo sin temor, yo sé que me ayudaras y que juntos saldremos victoriosos.
¿Bueno que tengo que hacer? – yo lo sabía, lo primero es que debes hacer es esforzarte por ver mas allá de lo que ven tus ojos, hay muchas formas a tu alrededor que vibran con una energía distinta y muchas de ellas son como parásitos que absorbe tu energía aunque sea en pequeña cantidad, debes alejarlas de ti y solo lo podrás hacer cuando las puedas ver.
Debes concentrarte mucho en sentir la energía de los demás, pero sobre todo la tuya, concentra tu energía en tus manos y pasa lentamente un poco a mí, al final de todo esto deberás ser capaz de pasarme la mayor cantidad de energía que te sea posible sin hacerte daño tú.
Con ayuda esta vez de los tres de Rafael, Iván y jean Pierre pude lograrlo. Al fin pude ver el rostro de jean Pierre, era de fracciones delicadas con una mirada penetrante, era un hombre alto, no muy esbelto, pero en esta forma humana no pasaría desapercibido jamás.
Raidol había estado merodeando los alrededores pero entre Iván y Rafael lograron alejarlo mientras yo ayudaba a jean Pierre, cuando Raidol descubrió que jean Pierre tenia forma humana llego de inmediato a destruirlo, en ese momento todo temblaba a mi alrededor la brisa helada soplaba con gran intensidad, y su energía era la más fuerte que yo había sentido pero era diferente esta energía era una vibración que repelía a todo ser viviente, era horrible sentir su sola presencia cerca.
En cuanto Raidol diviso a jean Pierre comenzó a atacarlo con descargar enormes de energía, a las que el respondía con una fuerza que atraía la fuerza de Raidol, parecía que jean Pierre le estaba robando la energía pero era diferente ya que la energía no la robaba para el si no que se acumulaba en esferas brillantes de energías iguales a la apariencia de jean Pierre cuando no tenia forma humana. Eran las personas de su pueblo a las que Raidol les había robado la energía.
Cuando ya toda la energía oscura desapareció los integrantes del pueblo de jean Pierre estaban desapareciendo y con ellos Iván y Rafael quienes se despidieron dando las gracias por ayudarlos, al final jean Pierre me abraso y me dijo que en otra vida quizás mi vida y la suya serán parte del mismo mundo, me dio las gracias por ayudar a su gente y a él y poco a poco desapareció.

“Música Rota”.

Sergio Guarín. 
Diana Márquez. 
Milagros Sevilla. 
Adriana Santodomingo. 



Personajes: Nana (guitarrista). 
                  Liv (baterista).
                  Alejo (bajista).
                  Victoria (manager).


ACTO I.
“La discusión”.


Nana [Sentada en un estudio de grabación con los demás integrantes del grupo, menos Alejo ] ¡Este man no parece! Yo me abro… [Guarda su guitarra y se dispone a irse].


Victoria  [De pie cerca a Nana] – Fresca, parce, que este man llega, igual no tiene un peso y necesita quien le preste plata.


Liv [Tirada en un sofá] – Yo les dije desde un principio que este man nos iba a iba tirados.


Nana [Poniéndose de pie] - ¡Qué va a hablar! Si desde un principio sólo quería encamarse con él.


Alejo [Entra estrepitosamente y tambaleándose se tira en el sofá] – Parce, en serio que no me de lata ahorita porque a lo bien qué desparche…


Nana [Hablando enérgicamente] – Ya nos tiene mamados, si no le interesa la música, mejor abrase de esta vaina.


Victoria [Se acerca a Nana con animo de calmarla] – Espera a ver qué le pasa, déjalo hablar.


Liv:  [En tono burlón señalando a Alejo] - ¡Qué más le pasó! Estaba metido en la primera quien sabe con qué vieja, se quedó sin plata y necesita más…


Alejo: [ Poniéndose de pie y dirigiendose a todos] -Claro, solo ven hasta donde llegan sus ojos, sin darse cuenta que la extension de su mirada no llega mas alla de su propia nariz, creen que por que alguien se viste de jean rotos y tiene el pelo largo, es un antisocial mas, un resentido que odia su sucia sociedad de mierda.


Victoria: [con voz apabullada] -Hermano no joda con sus cuento existencialistas y diganos si va a seguir ensayando con nosotros.


Alejo: [poniendose de pie y retirandose del cuarto] -No me jodan saben que yo me largo.... igual, con esta voz consigo trabajo donde sea.